Evidentemente que uno de los temas del fin de semana fue la situación que les tocó vivir a los vecinos del asentamiento Andresito II, quienes sufrieron un corte de energía eléctrica producto de que un caballo murió electrocutado el viernes.
Los aspectos de la sensibilidad de cada uno corren a cuenta de quienes asuman si está bien o mal la decisión tomada por UTE aunque hay una verdad irrefutable.
La fotografía muestra en las condiciones que estaba el tendido de cables en el asentamiento lo que hace confirmar que la muerte del animal fue solamente un aviso de una tragedia que podría haber sido mucho peor.
Era imposible sostener algo así, cables colgando, columnas cayendo, conviviendo con familias que tienen muchos menores que juegan permanentemente en zona cercana a esa maraña de cables.
Partiendo de la base que se trata de un asentamiento, la responsabilidad del gobierno departamental pasa por ofrecer una alternativa digna de vivienda, que seguramente llevará su tiempo, y nada tiene que ver con la decisión adoptada por UTE que en este caso tuvo más que ver con el bienestar y la seguridad de los vecinos, que con una medida caprichosa y antisocial.
