Días pasados hablábamos del significado de informar o sembrar alarma. Nos mantuvimos por fuera de toda esta locura de la leshmaniasis hasta tanto saber la posición formal de las autoridades del Ministerio de Salud Pública que resolvieron formalmente el declarar estado de emergencia sanitaria por 180 días a Salto.
En conferencia de prensa las autoridades sostuvieron que los perros positivos era un número mínomo, se habló de tres casos originales y posteriores focos que se constataron sin brindar mayores detalles.
Accedimos de primera mano a que en total eran 26 perros en dos focos claramente determinados: Arenitas Blancas y zona del Club Remeros.
En la misma conferencia se dijo que dentro de las medidas profilácticas a adoptar para detener la propagación de la enfermedad era proceder a la eutanasia de los canes con el consentimiento de sus dueños o con la cobertura económica del ministerio e incluso el pase a la justicia ante la negativa que se pudiera constatar.
Cuando se preguntó si se habían llevado a cabo eutanasias en animales, las autoridades dijeron que en el primer foco del 2010 se habían realizado.
Grande fue nuestra sorpresa cuando al amanecer de hoy medios de la capital establecían no solamente que eran 26 animales infectados, sino que 17 ya habían sido sacrificados.
Lo que resulta llamativo es que teniendo a las máximas autoridades en Salto, la información no surgiera y si desde los medios de la capital que establecieron con firmeza la cantidad de eutanasias desarrolladas.
Siempre sucede lo mismo. Parece que el ninguneo al periodista del interior es para todas las autoridades igual porque no hemos visto desde que se manejaran esas cifras ningún desmentido por lo que se interpreta que la información es verdadera.
¿Tanto cuesta manejar el mismo criterio para periodistas de la capital o del interior?.
Uno entiende que pasara esto si nuestros colegas del departamento no hubiesen preguntado, pero preguntaron, no una sino dos y tres. Y en ningún momento ni el director de salud, ni la directora departamental, ni la encargada de la comisión de zoonosis, manejaron en ningún momento que se habían llevado a cabo 17 sacrificios.
Si hay una cosa que debemos reconocer es que en Salto somos preguntones, molestones, criticones, y que los medios nos exigen a serlo en beneficio de lectores, oyentes o televidentes.
No «subestimemos» al periodista del interior, pedido desde tierra adentro.
Daniel Caiazzo