El líquido elemento del que todos nos preocupamos, incluso a la hora de pagar las facturas mensuales, en tiempos de calor agobiante y de altísimas temperaturas, se expone a salir en lugares inesperados.
Como sucedió en el cantero central de avenida Barbieri al 700, donde sin mediar aviso ninguno, un pequeño chorrito de agua de un caño que dijo (no va más», expuso su contenido en principio con un lento goteo para convertirse posteriormente en una suerte de aguas danzantes.
Evidentemente que genera molestias al tránsito, pero fundamentalmente genera preocupación cada vez que vivimos esta época del año, por las pérdidas innecesarias y en muchos casos las demoras en las respuestas.