El conductor de un ómnibus del transporte urbano, ahora llamados choferes – cobradores, sufrió un mal momento en momentos que cumplía tareas en la noche del miércoles.
Debió recurrir por llamado a la policía, explicando que en momentos que trabajaba cumpliendo con el recorrido de la línea destacada a su función, en la parada de José Pedro Varela y Edmundo Pratti, un individuo con campera y capucha puesta, subió al vehículo.
Al solicitarle el dinero del pago del boleto, el conductor se percata que el individuo tenía malas intenciones, y sin mediar palabras trató de hacerse de una caja en la que estaba la recaudación de su horario.
Su rápida acción pudo evitar el delito, pero alarmado y preocupado lo denunció a la policía quien trabaja en el caso.