(Escribe Carlos Herrmann. Periodista deportivo y Entrenador de fútbol) Sin ser exitista ni tan exigente intentaremos analizar y argumentar la eliminación de la selección salteña mayor a manos de Maldonado en cuartos de final. Porque lo del título en que decimos Salto cede el título es más informativo que un lamento o resignación por la no obtención del título máximo, el de mejor del interior. En un torneo tan largo, con tantas selecciones y en un fútbol cada vez más equilibrado no es tarea sencilla ser campeón.
En columnas de opinión anteriores detallamos las bondades del fútbol salteños en los últimos años en la región y hasta en todo el interior del país, lo que para nosotros marcaba una época como hacía muchos tiempo Salto no lo lograba.
Esta eliminación a manos de Maldonado no nos cambia opiniones anteriores como el valor que le dábamos a la reciente obtención del Regional Norte en que participaron diez selecciones.
Metiéndonos en lo que fue la eliminación el pasado sábado en el Dickinson a manos de Maldonado, que en el global terminó siendo superior a una selección salteña totalmente desdibujada en el segundo tiempo, pareciendo otro equipo al que vimos en la primera parte. En esos segundos 45 minutos, fue Maldonado muy superior desde lo táctico, ayudado por la ventaja lógicamente pero sabiendo bien como asegurar la clasificación, con el libreto bien sabido, ese que lo ayudó a aguantar el buen momento salteño en la primera parte.
Salto no aprovechó su momento en el partido y ante la desventaja en el marcador no supo cuál era el rumbo ante esa situación planteada, todo muy improvisado. Y eso último parece ser en gran medida, responsabilidad del cuerpo técnico encabezado por Alcides Nieto, aunque adentro juegan los jugadores, se notaba no había un plan para ir a buscar la clasificación con tanto tiempo por delante. Se amontonaron delanteros, se equivocaron los caminos, la rebeldía no fue tal sino más confusión.
En otros partidos anteriores se vieron errores tácticos, distancia grande entre las líneas pero muchas veces se disimularon por la eficacia del ataque o por la capacidad de reacción en defensa para solucionar a tiempo, como también la figura del golero Regueira. El escaso tiempo de trabajo previo puede ser un argumento para esa falencia ya que el equipo nunca se terminó de consolidar. Hasta en la obtención de la Copa del regional Norte ante Nueva Palmira se vieron carencias en lo táctico, con un hombre más todo el segundo tiempo nos costó una enormidad cerrar la serie y cuando desde el banco se apuntó a asegurar la diferencia se notó improvisación, en ese caso amontonamos hombres cerca de nuestro arco.
Ni exitistas ni tan exigentes, solo consideramos las prioridades a corregir, sin elevar tanto el presupuesto se puede acceder a asesoramiento técnico en la materia por parte de los neutrales, una persona que sea nexo entre dirigencia y cuerpo técnico, un asesor, un gerente deportivo o un manager como se lo quiera llamar para que marque el rumbo en esa área porque lo otro está asegurado que es la organización, comidas, viajes, concentraciones, buena preparación física, plantel competitivo.