(Escribe Dr. Juan Romero). En estas últimos días en la sociedad local y con impactos a nivel nacional se ha difundido las irregularidades cometidas por ediles de la fuerza de gobierno, a ser investigadas por la justicia, el caso de las boletas. Se opina, se debate lo que es muy adecuado en una sociedad que pretende ser democrática y republicana en la forma de organizarse y resolver sus problemas, pero me permite preguntar/me ¿quién esté libre de pecado, tire la primera piedra? A la cual seguramente como le ocurrió a Jesús, al rato no quedo nadie de los acusadores a su alrededor, solamente la culpable y él. Con ello no pretendo instalar la teoría de los dos demonios, pero sí como reflexionar sobre si este tipo de hechos son nuevos, que sustenta tales tipos de acciones y como se espera se debería proceder. Para comenzar volver a los clásicos ayuda a tal reflexión, en este caso en la disciplina que formó parte las ciencias sociales, Max Weber sociólogo, abogado y economista planteaba debatiendo con Carlos Marx que el capitalismo se forjó en principios que fundamentaron una conducta ascética y por ello el ahorro que posibilitó el desarrollo del capital, obviamente estoy realizando una muy resumida síntesis de su propuesta realizada brillantemente el libro “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”, contrapunto de la propuesta del plusvalor en la obra “El capital” de C. Marx. Es decir, que en el razonamiento de Weber las conductas personales y de la sociedad se fundamentan en principios éticos y morales ante lo cual se abre una instancia para mínimamente plantear ¿cuáles son estos principios en nuestra sociedad? Estos casos públicos “escandalizan” por ese hecho, pero se fundamentan en acciones cotidianas de ser “vivo” y andar en moto sin casco, sin cinturón de seguridad, vender bebidas alcohólicas a menores, copiar en una prueba, cruzar en rojo y la lista es larga, pero en lo personal hay un hecho político, ético y moral que nos ha marcado como sociedad, dejar impunes en plebiscitos a quienes cometieron delitos de lesa humanidad bajo la acción represiva del Estado. Si un militar o civil violó, mato, torturó, vendió bebes, robo y no fue sancionado, sino que la sociedad vota e impide ello, establece un piso de principios de acción ante los cuales cruzar en rojo no está mal y falsificar boletas capaz que tampoco. Se suma a esta situación el ejercicio o no de determinada profesión, el caso Sendic, pero ¿será el único? Quién lo denuncio resulta que también mentía, decía ser licenciada en relaciones internacionales y no lo era, si vamos al caso muchos/as se dicen periodistas pero no tienen el título habilitante y entonces aparece el término comunicador, y la lista sería larga entonces, la acción se fundamenta en un principio el de mentir y se aplica en forma cotidiana. Ante lo cual, ni siquiera se está asumiendo roles diferenciados en espacios sociales diferentes, soy una persona en público y otra en privado sino que directamente se legitima la acción basada en la mentira, copiar, no respetar normas, etc y dichas conductas no respetan género, edad ni clase social es pasar y ver por las calles de nuestra sociedad, oficinas, salones de clase, empresas, sindicatos, etc. Weber advirtió que las conductas ascéticas fundamentadas en el protestantismo posibilito el desarrollo de una determinada sociedad, cabe nuevamente preguntarse bajo que marco de principios se desarrolla la nuestra, dado que “suena” a hipocresía farisea señalar la paja en el ojo ajeno ante los recientes hechos de notoriedad. Para finalizar, se espera que ante tales procedimientos la justicia aplique la norma pero parecería que si se miente pero no se obtiene un beneficio no sería delito, es un mentiroso y se lo encaminará hacia la terapia correspondiente, pero en definitiva se continua legitimando tal accionar ante lo cual se debe reconocer que levantar la mano para tirar la piedra estamos todos en primera fila, pero que antes de tirarla deberíamos reconocer que lo que señalamos lo hacemos cotidianamente, quizás sería el principio de algún cambio en la convivencia y de un humano diferente en una sociedad menos aparente. Hasta la próxima
Sociedad aparente
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Un comentario en «Sociedad aparente»
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Considero que lo que se constata, si es irregular se denuncia y llevará su curso. Lo que se sospecha, pero no tiene sustento, queda en el imaginario. La Justicia claro que necesita elementos para actuar y la gente comùn emite juicios por intuición, sospechas e informaciòn no corroborada o confirmada defendiendo cada uno su preferencia y pretende luego que la Justicia actúe. Ahora es innegable que los ediles y si niegan haber hecho la maniobra, quizá un par de personas mas podrían haber participado en el hecho; ahora… quedaron quietitos al recuperar el dinero que les dieron por aportar las boletas o sea, se beneficiaron. Si suman gente responsable hay autores y co-autores. Esto culminaría con la devolución o pago del dinero ganado y sustraído a la Administración y por VERGÜENZA-que se ha perdido hace años- renunciar a los cargos. Aún pasando a la Justicia existe la posibilidad de devolver el dinero y zafar del delito imputado; o sea que esto quedará a merced de una condena social y nada más… o fuente de material gráfico. En todos lados se cuecen habas… ya la población ha probado todos los partidos políticos mayoritarios.