Como se había anunciado, se desarrolló en la noche de este jueves, la sesión extraordinaria para dar tratamiento y consideración del presupuesto quinquenal.
La situación al llegar no era sencilla, se sabía de antemano la postura del presidente Pertusatti de no votarlo, aunque se desconocía lo que fueran hacer su madre, la edil Graciela Veppo, la edil Daiana Añasco y Eduardo Godoy. Este último, fue quien reconoció ser frenteamplista independiente pero coherente con su fuerza política a la hora de respaldar el presupuesto.
Previo a la sesión se manejaba la solicitud de parte del Frente Amplio de un cuarto intermedio porque nadie supo explicar el apuro en dar tratamiento al tema cuando quedaba un mes y poco de tiempo para aprobarlo, por lo que ante el error esa podía ser una salida.
Por otro lado, en la medida que comenzó la sesión el Partido Nacional solicitó que el tema pasara nuevamente a comisión con el fin de analizar en más detalles aspectos que no lo convencían y que estaban dentro del presupuesto.
La moción fue presentada y allí la noche comenzó a caer para la bancada oficialista. Trece votos del FA y dos votos del Partido Nacional ante la moción presentada, mientras que trece del Partido Colorado y tres dicidentes del FA no acompañaron la moción.
En ese marco se procedió a la argumentación del si al presupuesto y del no al presupuesto. La defensa del FA se basó en la cantidad de proyectos integradores, descentralizadores, estudiados y analizados por muchas organizaciones del departamento que permitieron hacerlo.
La oposición por parte del Partido Colorado fue la de machacar en lo exagerado que era el mismo, el incremento de impuestos y el circo que se armó en torno al tema.
Los ediles oficialistas en varias ocasiones lanzaron subliminalmente mensajes a los ediles dicidentes, acusándolos de traidores y otros epítetos para al fin arribar a la votación final luego de otro intento de que el tema volviera a comisión con los mismos votos que se mantuvieron inamovibles.
Finalmente y en forma nominal, trece ediles del FA respaldaron el presupuesto y dos nacionalistas, trece colorados y tres dicidentes, no lo apoyaron.
En este sentido Lima se queda sin su propio presupuesto y deberá gobernar con el que fuera votado en la época de Coutinho que plantea, entre otras cosas, sustantivas diferencias en organigrama, proyectos, inversiones y negocios.