En su juventud fue apodado Sasha, y años más tarde se ganaría el mote de “El Rambo ruso” por la heroica hazaña que le costó la vida.
Alexander Prokhorenko se graduó con medalla de oro en la Academia Militar de Defensa Aérea, e ingresó a un comando de las fuerzas especiales de Rusia que fue enviado a Siria en una misión secreta para ayudar al Gobierno local. Con solo 25 años Sasha tuvo que distanciarse de su reciente esposa, embarazada, y viajar a la ciudad de Palmira, hasta entonces en manos de ISIS.
Sasha era el encargado de penetrar las líneas enemigas, avanzando solo, para marcar la ubicación de los objetivos terroristas y que los misiles fueran lanzados por los aviones sobre ellos, y no sobre civiles inocentes.
Luego de una semana escondido, se dio cuenta de que lo habían detectado. No tenía escapatoria. Fue entonces que jugó la carta que lo hizo pasar a la historia: llamó a un ataque aéreo sobre sí mismo, para evitar ser secuestrado por los enemigos, y al mismo tiempo hacerlos morir junto a él.
Sus últimas palabras fueron: “Comandante, estoy rodeado. Están en todas partes, no quiero que me capturen y hagan conmigo cualquier cosa. Por favor, déjenme morir con dignidad y llevarme conmigo a todos estos h… de p…. Por favor, es mi última voluntad, ya estoy muerto (…) Mi hora ha llegado, no tengo más munición. Gracias comandante, dígale a mi familia que los amo y que he luchado hasta el final. Por favor, cuiden de mi familia, y venguen mi muerte. Vénguenme. Comandante, dígale a mi familia que siempre los amaré”.
El Kremlin le entregó la medalla Estrella de Oro, reservada para los héroes que llevan a cabo grandes hazañas para defender a la patria.
Fuente: http://co.tuhistory.com/noticias/la-increible-y-heroica-historia-del-rambo-ruso