En los últimos días se han movido algunas piezas a nivel de medios de Salto. Pensando en lo que es mejor, quizás, y pensando en lo que es “más mejor” dijo Minguito.
Negar que estábamos enterados, sería negar nuestra propia esencia de periodistas.
Y hemos escuchado con respeto lo que ha sido una voraz y encarnizada forma de hacer medios: “bancado con plata….. ataco al contrario siempre y cuando haya más plata”.
Porque eso justamente se planteó. Un juego maquiavélico de decir lo que era conveniente y pegar por el solo hecho de pegar.
Y se cayó esa frágil estructura y no podemos decir que nos sentimos satisfechos, pero si decir que a la corta, o a la muy corta, el negociado del estofado del periodismo, se cae.
Lo peor de todo es que gente como Eduardo Perrone, llamado a ser comunicador o periodista (estamos largos en eso, estamos en el horno, estamos muy mal), sale a juzgar y criticar decisiones empresariales.
Perrone, si es que la guitarra le alcanza, debería contar en sus canciones como fue que se quedó con la banda que integra, que fue siempre de Ruben Milán, un entrañable e inolvidable amigo.
Debería decir o contar como es posible que hable un día si y otro día también, de todos los actuales integrantes de la administración departamental, grabando en ASDEMYA seguramente haciendo uso indiscriminado de un derecho de todos los socios.
Perrone debería salir a decir realmente porque se fue del Frente Amplio y de que manera, aunque sabemos que va a vender, como siempre vende humo, diciendo que algo se le debe.
Perrone, tristemente, como tantos otros actores involucrados en el compromiso de servir al sistema siendo por demás servil, forman parte de un juego mediático que no deja de ser macabro.
De igual manera llamamos al director de Radio Arapey, Federico Giovanoni, a quien preguntamos, consultamos sobre los cambios y la respuesta fue clara: “es un tema comercial y empresarial. Buscamos nuevos rumbos, nuevos desafíos. Pensamos que la audiencia se renueva y es necesario buscar otros formatos que han caracterizado a la radio durante esta más de dos décadas”.
Perrone debería preocuparse en “guitarrear” por tantas mentiras y faltas de respeto que diariamente comete haciendo uso de una complaciente libertad de trabajo y debería, por ejemplo, en por lo menos, presentarse a un abogado cuando lo convoca por haber “violado” la libertad de prensa, la libertad de expresión y el don de gente.
Parafraseando en un todo: “ser capaces de resurgir, es síntoma de reinventarse. Ser capaces de volver, son señales de siempre es posible hacerlo”.
Sabemos que hacerse escuchar en radio no es sencillo, no es fácil, y no es para improvisados. La gente te elije porque siente que algo es distinto. Todo lo que podía inventarse se inventó y las copias, siempre, no resultan buenas.
Saludamos desde este lugar, el retorno de una dupla mañanera que nos va dar trabajo, seguramente así va a ser. Pero por lo menos será honesta, clara, sin juicios ni prejuicios.