Hace varios días venía pensando la editorial. Pensando y estudiando. Reconozco que no soy un tipo muy prolijo, con mi aspecto. Tengo pocos pelos, barba desprolija, cadáveres en el ropero que los reconozco siempre que me preguntan, limpito (eso si), pero en mi trabajo siempre dejo lo mejor de mi….Y, para males de muchos, tengo el sexto sentido de quienes saben que en algún lado hay noticia. Eso me lleva a estar todo el tiempo proponiendo, informando, marcando cancha.
Alguien me dijo el otro día, jerarca de la intendencia perteneciente a un partido conservador de la izquierda: “hay unos locos que marcan agenda y no los escucha nadie y no los lee nadie”.
Obviamente, como parte de mis defectos le dije: “pero si no los escucha nadie y no los lee nadie, la agenda te la marcan a vos”.
Lamento decir que es así. A él y algunos otros pocos que entienden unos completos desconocidos son capaces de hablar de los temas de interés de la sociedad en que nos ha tocado vivir.
Temas son las termas a full con lluvia; temas son las pérdidas de vidas jóvenes un sábado a las 7 de la mañana y no a las 11 cuando la noticia ya la manejábamos; temas son las movidas políticas; temas son la realidad de un correo al que no dejan de llegar datos, informaciones y aportes todo el tiempo. Temas son un celular, como el nuestro, el personal, que no para jamás, solamente cuando nos quedamos sin saldo.
Temas son no decir verdades a medias o mentiras totales. No tenemos 1000 compartidos y tampoco tenemos 50.000 visitas diarias.
No somos eso, somos periodistas. Hoy en la actualidad con un archivo de notas grabadas en Quinto Elemento Radio que no hemos manejado en este portal y que serían la envidia de cualquier diario. Porque eso somos, o pretendemos ser, y ojo que podemos equivocarnos como buen humano que somos. Lo que si nunca podrán decir es que no somos animales de laburo, creadores, consistentes y porfiados, que dentro de las pocas virtudes, sabemos cocinar, acompañar y dar calidez a los afectos que realmente sentimos como propios.
Entonces, dejemos de lado el contador…… de visitas digo, al que ya le hemos pasado el trapo, y pongámonos a trabajar en serio, sino, caso contrario, en lugar de portal, un kiosco es mucho más sencillo de manejar. Eso si, vendan cigarros sueltos porque mi suegra me mata con el “puchito”.
Ah, y que los 43 años del golpe, no nos permita jamás en la vida, darnos otro golpe que fue nefasto. Pertenezco a la generación sin memoria, la que debió estudiar para enterarse, para saber, para conocer.
Otro «pucho pa la suegra».
Daniel Caiazzo
estimado caiazzo se dice mitificar y no mistificar, un aporte, saludos
Muchas gracias por el aporte, en mis defectos, escribo rápido, jejeje. Muchas gracias por leernos