En la última sesión del año el edil nacionalista Nicolás Burutarán planteó la necesidad de darle un destino final a los residuos que se generan clínicas veterinarias que en muchos casos, a su entender, generan accidentes evitables.
Su argumentación fue:
Desde hace ya un tiempo venimos investigando una preocupación y un problema que enfrentan a diario las Clínicas Veterinarias de nuestra ciudad.
Preocupación que se incrementó en los últimos días debido a un accidente que sufriera un Trabajador del Servicio de Recolección de la Intendencia de Salto.
Debemos dividir este problema en 2 partes…
El primero, es que hacer con los “Residuos Clínicos” que se generan a diario en las diferentes Veterinarias, como son, jeringas, agujas, algodones, etc.
Hemos consultado a la gran mayoría de los veterinarios a cargo e incluso a directivos del Centro Veterinario de Salto y todos coinciden en que, por ejemplo, las agujas se clasifican en recipientes plásticos, ya sea botellas, bidones, etc. y se sacan una vez que están llenos junto con la basura diaria. Con toda la buena voluntad y previendo de esta manera que no se pinchen los recolectores o la gente que camina por la vía pública.
Lamentablemente han ocurrido accidentes de este tipo por diferentes motivos… ya sea porque el recipiente no era el adecuado y alguna aguja perforo las paredes del mismo o porque la basura estaba revuelta al momento de ser levantada. Responsabilidad que escapa al dueño o encargado de la clínica ya que no tiene una mejor opción de parte de la comuna para estos desechos.
El segundo, es que hacer con los “Residuos Biológicos”, producto de intervenciones quirúrgicas, castraciones, cesáreas, amputaciones o simplemente con los cadáveres de las mascotas que mueren por diferentes motivos.
Nos contaban que hoy en día, no existe ninguna clasificación de dichos residuos y por ejemplo, al momento de amputar un miembro a un perro, o extirpar algún órgano, se tira todo en la basura, junto con los residuos comunes.
Eso va a la vía publica en bolsas comunes como las que usamos todos en nuestros hogares, con el riesgo de que algún perro de la calle rompa la bolsa y estos desechos se desparramen y luego vienen las moscar, gusanos y todo lo que ya sabemos. Y con el riesgo sanitario que esto significa.
Con los cadáveres de las mascotas que por diferentes motivos se mueren, pasa algo similar, en un alto porcentaje, el dueño se lleva el cuerpo. Pero si este no se hace cargo, las opciones son muy pocas. Quienes pueden y tienen los medios, los llevan directamente al vertedero y quienes no… que hacen?…
Todos los veterinarios que hemos visitado y consultado sobre el tema coinciden en que esta situación debe cambiar y están dispuestos a colaborar en lo que sea necesario para mejorar la clasificación y el destino final de los residuos, tanto clínicos como biológicos. Incluso se manifestaron a favor de contratar un servicio de recolección privado para estos residuos.
Nosotros creemos que quien debe buscar y encontrar una solución Urgente a este GRAVE problema es la Intendencia de Salto.
Desde esta banca le planteamos a los involucrados una solución, la que vieron como muy buena y se manifestaron dispuestos a colaborar.
Es por eso que la planteamos hoy aquí.
Se debería instalar en algún lugar que la Intendencia disponga, que puede ser en la División de Recolección en Calle 19 de Abril, un tanque, un contenedor o algún recipiente adecuadamente identificado con acceso las 24hrs. los 365 días del año, donde se pueda llevar en cualquier momento los residuos para que luego la Intendencia le dé el destino final que corresponda.
Recomendamos que debe estar las 24 hrs. a disposición porque nos han planteado que en varias ocasiones han tenido que intervenir perros que han sido atropellados o con diferentes problemas y se han tenido que amputar miembros un sábado a las 11:00 de la noche, y los residuos quedan en una bolsa hasta el lunes que se saca la basura normalmente.
Paralelamente a este problema o a esta situación, surge otro problema no menor que es el destino que la intendencia le daría a estos residuos. Hoy en día no hay otra opción que el vertedero, donde abundan los perros, caballos y lamentablemente los hurgadores que corren el mismo peligro que si los residuos quedaran en la vereda de cualquier zona de la ciudad.
La Solución que vemos más acertada es construir un horno o crematorio donde los residuos se lleven directamente y se quemen. Con el debido estudio ambiental y las condiciones necesarias para reducir todo tipo de riesgo sanitario y de contaminación.
Crematorio que se podría usar en conjunto con los distintos organismos de salud humana y darle el mismo destino a residuos hospitalarios, odontológicos, etc.