Llegan tiempos electorales y la mezcla, el entrevero, el afán de ser protagonistas cuando poco suenan sus tiendas o la necesidad de polarizarse con alguien o con algo, llevan a plantear mares de confusión de lo que la sociedad uruguaya votará en junio de este año.
A tenerlo en cuenta.
¿Que se vota?: elección de presidenciables de los partidos, candidatos a diputados y conformación de convenciones que posteriormente elegirán candidatos a diputados y candidatos a las departamentales del mes de mayo del 2020.
¿Que no se vota?: candidatos a intendente y candidatos a ediles. Mucho menos acuerdos electorales o promociones individuales.
Esto con el fin de evitar campañas tendenciosas que hablan de un fulano presidente y un mengano intendente, para llegar a eso hay un largo proceso y como están planteados los escenarios en las internas de cada partido, salvo en Alternativa u otro partidos que no compiten en la interna, todo deberá ser negociado.
Incluso el hablar de “concertación” en estos tiempos es realizar un aporte más a la confusión. Ponerse del lado del electorado, aceptando que el mundo globalizado permite el rápido acceso a la información, es obligación y responsabilidad de todos los partidos.
Los juegos perversos de estrategias individualistas por encima de estructuras y funcionamientos de cada partido, o la utilización de nombres históricamente identificados con un partido pero inmersos en otros, no hacen más que confundir y proponer que para quienes no se confunden, el producto al que acceden es simplemente muy simplsta y deshonesto.