La realidad pega a pesar de disimularla, de disfrazarla, de enmascararla.
Puede hacerse lo imposible en estrategias comunicacionales, pero no puede errarse de principio a fin.
Si existe en la actualidad un barrio con mal humor es Ceibal, con un proyecto de PDGs de la anterior administración que lejos de avanzar, profundizó problemas.
Tierra, portlan, calles sin terminar anunciadas en folletos que fueron terminadas (y no fue así), arreglos que duraron menos que un gas, se vieron claramente en una inauguración con dos camiones 0Km que no convocaron nada.
Para pensar en estrategias, el intendente tendría que comenzar a analizar seriamente cual es el Plan B.
No queda mucho margen, en la presentación de mejoras se repite el dicho del barrio……”no estuvo ni el gato”.