En la tarde de ayer se conoció una nota interna, mediante la cual el nueco Director de Medios Públicos en Uruguay, remitía a los encargados y encargadas de Televisión Nacional y Radio Nacional, donde les marca un criterio de censura desde el vamos. No está bueno, de ninguna manera la nota, el pensarlo, el llevarlo adelante. Un camino del que no se vuelve, en un país como el nuestro, donde la democracia en medios de comunicación, ha costado vidas.
El Estado tiene la obligación de garantizar, proteger y promover el derecho a la libertad de expresión en condiciones de igualdad y sin discriminación, así como el derecho de la sociedad a conocer todo tipo de informaciones e ideas.
El Estado debe procurar el más amplio, libre e independiente ejercicio de la libertad de expresión. Limitando, bajando líneas, censurando previamente parece que no es la forma y Sotelo lo sabe muy bien.
Sotelo usted tiene el deber de garantizar la diversidad y el pluralismo en el sistema de servicios de comunicación audiovisual, en todos lados, sin duda. Usted Sotelo, no puede ejercer la censura previa, interferencias o presiones directas o indirectas sobre cualquier expresión, opinión o información difundida a través de cualquier servicio de comunicación, no podría al menos.
Usted debería promover La libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas, el derecho de todas las personas a fundar, instalar y operar cualquier clase de opinión. No debería y esto es un mal comienzo sin dudas lo es, ojalá que piense, que le digan, que lo orienten. Porque como decía Carlos Quijano Sotelo, en Marcha allá por el 80, » las voces del silencio volverán a hacerse oír con nosotros o sin nosotros».