1 chorro de vino (tinto, en mi caso, pero se le suele poner blanco)
1/2 taza de caldo
Sal y pimienta
Agregar en una sartén un buen chorro de aceite de oliva y saltear ahí la cebolla, cortada en rodajas o en (pluma? de verdad no me acuerdo el nombre del corte, media rodaja). Agregar sal para que se ablanden. Se saltean a fuego medio hasta que estén blanditas pero no del todo transparentes.
En medio de la sartén caliente hacemos un hueco y colocamos ahí el hígado, sellándolo hasta que esté dorado de ambos lados. Luego, lo mezclamos con la cebolla y lo cocinamos un poco más.
Agregar sal, pimienta y perejil. Revolver y agregar un buen chorro de vino (en mi caso le puse tinto pero la receta suele llevar vino blanco). Mover con una cuchara de madera hasta que el alcohol del vino se haya evaporado. O sea: hasta que deje de haber un tufo espantoso a alcohol en la cocina.
Agregar el caldo y tapamos. Dejar tapado o casi tapado por 10 minutos o hasta que casi todo el líquido se haya evaporado y quede un menjunje sabrosón. Es importante no cocinar de más el hígado encebollado porque es fácil que quede seco y seco la consistencia no será agradable