El escritor Ernest Hemingway (1899 – 1961) es reconocido a nivel mundial por sus novelas y su trabajo periodístico, además de que sus cuentos marcaron un hito en la narrativa actual.
Tuvo una vida marcada por la aventura. Fue conductor de ambulancias durante la Primera Guerra Mundial en Italia, fue corresponsal en la Guerra Civil Española y en la Segunda Guerra Mundial. Realizó safaris en África, corrió con toros, se dedicó a la gran pesca en Cuba, se codeó con importantes figuras y estrellas de Hollywood, además de sobrevivir a dos accidentes aéreos . Nació el 21 de julio de 1899 en Oak Park, Chicago, Illinois. Fue el cuarto hijo de Clarence Hemingway, un médico que inculcó en su familia el amor hacia la naturaleza, la caza y la pesca. Por su parte, su madre Grace Hall, en su juventud fue contralto y se dedicaba a hacer clases de música.
Fueron dos influencias muy contrapuestas, ya que mientras su padre basaba la educación en la religión y el arquetipo de «hombre», su madre buscaba generar cercanía hacia el arte. Mantuvo una relación lejana con ambos, ya que jamás se sintió apoyado o querido por ellos. En un artículo en la revista Esquire afirmó: «¿Cuál es el mejor entrenamiento para un futuro escritor? Una infancia infeliz”.
Luego de terminar sus estudios secundarios, se dedicó al periodismo. Durante la Primera Guerra Mundial se ofreció como voluntario para la Cruz Roja. Allí tuvo un accidente que afectó su pierna y lo mantuvo hospitalizado durante varios meses. En estas circunstancias inició un romance con la enfermera Agnes von Kurowsky, varios años mayor. El idilio fue la base para una de sus obras más famosas: Adiós a la armas.
Al regresar a Estados Unidos, abandonó la casa paterna y se trasladó a vivir a París. Esta experiencia fue esencial para su escritura de ficción. Estableció diversas relaciones con importantes personajes del periodo como Gertrude Stein, James Joyce, Ezra Pound, Pablo Picasso, Joan Miró, Juan Gris y F. S. Fitzgerald. Al ver cómo en aquel ambiente predominaba la experimentación y el vanguardismo, decidió depurar su lenguaje y convertir la simpleza en su estilo.
En 1926, con la publicación de su novela Fiesta alcanzó el reconocimiento de la crítica y el público, por lo que continuó en su labor como periodista y escritor. Participó como reportero en la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial.
Con el tiempo, fue generando una imagen de hombre rudo que corría con toros, cazaba elefantes, documentaba las guerras y mujeriego. Un ritmo que lo condujo a una extensa vida social y a desarrollar problemas de alcoholismo.En 1953, tras sufrir una serie de accidentes en un safari en África, su salud se deterioró considerablemente. Tuvo que recuperarse de hemorragias internas, quemaduras de primer grado, rupturas de hígado, riñón y de cráneo. La mezcla de analgésicos y alcohol resultó nociva.Pasó sus últimos años entre Cuba y Estados Unidos junto a su cuarta esposa, Mary Welsh. Aunque recibió el Premio Nobel en 1954, sufrió depresión y se suicidó el 2 de julio de 1961 con un disparo en la cabeza.