Arribó hace una semana y es utilizada por OSE para enfrentar la emergencia hídrica; tuvo un costo de US$ 120.000 y fue instalada en la Usina de Laguna del Cisne, de OSE, en Salinas (Canelones).
En las últimas horas comenzó a funcionar la nueva planta desalinizadora de la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC), que llegó a Uruguay hace una semana desde Houston, EE.UU. , tras un extenso viaje en barco.
La planta móvil -anunciada a mediados de mayo por el gobierno- tuvo un costo de US$ 120.000 y fue instalada en la Usina de Laguna del Cisne, de OSE, en Salinas (Canelones).
En principio, se mantendrá allí por la comodidad para su manejo, pero lo cierto es que con apenas un montacargas puede ser trasladada a cualquier zona en camión.
El País visitó la nueva desalinizadora, que se pensó para hacer frente a la crisis hídrica histórica , aunque se prevé que tenga luego otros usos. Si bien es propiedad de UTEC, hay un convenio de colaboración con OSE para utilizarla en los casos que fije la empresa estatal.
Toda la planta ocupa el espacio de un container de 20 pies (seis metros), más alto que uno normal, lo que impidió su traslado desde EE.UU. en un avión Hércules de las FF.AA.
Héctor García, coordinador del Posgrado de Ingeniería Sanitaria y Saneamiento de UTEC, contó que la planta recibe agua de Aguas Corrientes, es decir, aquella que sale de la canilla en la zona metropolitana, potable desde hace días.
A través de una serie de filtrados y del pasaje de esta agua por membranas especiales, se pueden producir por día hasta 150.000 litros de agua pura, incluso hasta sin iones.
Para evitar un perjuicio, esta agua ya tratada se mezcla con más agua de Aguas Corrientes, que le suma minerales. El resultado es que por día se alcanzarán hasta 300.000 litros destinados para el consumo humano, con bajos niveles de sodio y cloruros