En el siglo XXI, así como desde hace muchísimos años, la educación es uno de los pilares fundamentales de cualquier sociedad. Sobre todo, aquellas sociedades que se han desarrollado a lo largo de la historia, han tenido una fuerte apuesta a la educación de su gente, pensando en el presente, pero, sobre todo, mirando hacia el futuro.
Este gobierno nacional, cuando aún no era gobierno y enfrentaba la campaña electoral, no solamente la última de 2019, sino las anteriores, uno de los reclamos fundamentales que le hacía al Frente Amplio, era generar la transformación necesaria en la educación del Uruguay para poder lograr cambios en serio y perdurables. Fue parte de las propuestas de campaña y de los compromisos, del Presidente Lacalle Pou, el generar una verdadera transformación educativa.
Transformación que se pudo llevar adelante en este periodo de gobierno, pese a las trabas que se quisieron poner desde la oposición y desde los sindicatos. Algunos de esos cambios comenzaron en la ley de urgente consideración, y otros, se reafirmaron en la transformación educativa estructural, que se puso en práctica a partir del año 2023.
No solamente desde el punto de vista teórico o con el cambio de planes de estudio es que se logró esta transformación educativa, también con mayor inversión edilicia. En campaña electoral se comprometió y con la acción de gobierno, se cumplió. En este periodo, específicamente en el departamento de Salto, ya se van concretando obras que apuntan directamente a mejorar la educación, dotando de una mayor y mejor infraestructura, para que se puedan cumplir con esas transformaciones que son tan necesarias.
En el departamento en particular se llevan inaugurados, cuatro centros CAIF, cuatro jardines de infantes, una escuela de tiempo completo, comprometido y proyectado el liceo Nº 8 que será en el extremo este de nuestra ciudad. Comprometido, proyectado y en camino, el nuevo liceo de Colonia Lavalleja que brindará la infraestructura necesaria para una educación de primer nivel, así como también el nuevo liceo y la UTU, de San Antonio.
Con estos ejemplos concretos es que no solamente hay que ver los planes de estudio, la cantidad de horas docentes o la currícula que se imparte, sino que también es necesario invertir en infraestructura, invertir en el futuro que es invertir en educación. También resaltamos que no solamente se construyeron centros nuevos, sino que se llevó una política de asignar un presupuesto muy importante de la educación, a la refacción, reparación y mantenimiento de muchos de los centros educativos que tiene el Uruguay y nuestro departamento en particular, y que se encontraban desatendidos desde hace muchos años.
Este gobierno lleva cuatro años de gestión, de los cuales por lo menos la mitad, fueron en plena pandemia y otro tanto, con distintas crisis que pudieron afectar de una u otra manera al funcionamiento. Pero igualmente quedó demostrado que el compromiso con la educación, con el futuro de nuestra sociedad, está intacto, con hechos y no solamente, con palabras.
Carlos Silva
Edil, Espacio 50
Partido Nacional