El filósofo Silvio Almeida es investigado por al menos cuatro casos tras las acusaciones de mujeres difundidas por la ONG Me Too Brasil
El Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva se ha visto sacudido por un escándalo delicado y de enorme potencial dañino que el presidente intenta cortar de raíz. Lula ha destituido este viernes por la noche, según la prensa brasileña, al ministro de Derechos Humanos, Silvio Almeida, 48 años, después de que varias mujeres lo denunciaran por acoso sexual ante la ONG Me Too Brasil, que defiende las víctimas de violencia sexual y reveló el caso 24 horas antes. Una de esas denunciantes es, según diversos medios, Anielle Franco, de 40 años, ministra de Igualdad Racial. Por ahora, ella calla mientras él se declara inocente y víctima de una persecución. Horas después de que Lula afirmara en una entrevista “creo que su continuidad [del ministro Almeida] en el Gobierno no es posible”, el presidente lo ha recibido en Brasilia para pedirle su renuncia. Ante la negativa, lo ha destituido. El escándalo supone además una bomba atómica en el seno del movimiento negro brasileño.