El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, reaccionó este jueves ante la ola de explosiones de dispositivos electrónicos de comunicación usados por ese grupo armado que sacudió Líbano este martes y miércoles, causando decenas de muertos y miles de heridos.
Hezbolá, una milicia libanesa aliada de Irán, había responsabilizado a Israel por las detonaciones, pero Nasrallah no había fijado posición pública hasta ahora.
«Esto es puro terrorismo. Los llamaremos masacre del martes y masacre del miércoles. Son crímenes de guerra o, al menos, una declaración de guerra«, afirmó el líder de Hezbolá en un discurso televisado este jueves.
«Dios es misericordioso y evitó más muertes y heridos. Varios beepers estaban fuera de servicio o apagados. Algunos no estaban asignados y todavía están almacenados», dijo.