Parece difícil creer que haya pasado menos de una semana desde que los dispositivos de comunicación de Hezbolá empezaron a explotar en todo el Líbano.
Los días transcurridos desde entonces han representado una serie de reveses catastróficos para la formidable milicia chiita apoyada por Irán.
Con sus redes interrumpidas, sus combatientes mutilados, sus líderes asesinados y su infraestructura militar bajo bombardeo constante, Hezbolá se enfrenta a su peor crisis en cuatro décadas.
Ahora, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, afirma que la campaña se está “profundizando”, como demuestras los casi 500 muertos que han dejado los bombardeos israelíes en las últimas horas.
(Fuente: BBC).