Al Intendente de Salto se le dijo la verdad, y se le salió la cadena. Elige la violencia, a falta de argumentos.
Quiero solidarizarme con mi amigo y compañero de camino Martín Burutarán antes que nada, y por supuesto repudiar enfáticamente la reacción del Intendente de Salto Andrés Lima.
No podemos permitir que éste tipo de cosas pasen. La verdad se defiende y si la verdad no gusta, se asume.
Agresión física y verbal por qué se le dice la verdad. Y también es verdad que agresión es haber jugado con el estudio de gurises que necesitan.
Deje de andar jugando al guapo Intendente y hágase cargo de su pésima administración.
Decir la verdad es Libertad y por la Libertad se pelea siempre.
¡Yo voy a estar siempre del mismo lado!