Mao les envió armas y muchos de sus líderes -entre ellos el actual presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás- estudiaron en Moscú.
La simpatía histórica de China y Rusia con la causa palestina no es ningún secreto.
Pero en los últimos tiempos, especialmente desde el estallido de la guerra en Gaza hace casi un año, Pekín y Moscú han ido tomando posiciones en un nuevo e insólito papel: el de mediadores en el conflicto entre Israel y los palestinos.
El pasado mes de julio, en la capital china, Hamás, Fatah y otra decena de facciones palestinas firmaron un incipiente acuerdo para formar un “gobierno interino de reconciliación nacional” que administre Gaza una vez finalice la guerra.
(Fuente: BBC)