Por Pedro Bordaberry
¡Qué empecinamiento tienen algunos en el Frente Amplio en seguir el camino kirchnerista!
Hace unos años pedían a Alberto Fernández que nos adoptara a los uruguayos. Otro alababa al expresidente hoy acusado de violencia doméstica grave por su esposa.
Es un político clase A repetían.
Durante el gobierno del FA hicieron una fiesta en La Teja para recibir a la presidenta Cristina Kirchner. Costó seiscientos mil dólares. Dos horas duró. Cinco mil del billete norteamericano el minuto.
Anunciaron la inauguración de “la mayor obra de conexión e integración entre Uruguay y Argentina, el Tren de los Pueblos Libres”. Uniría Buenos Aires con Paso de los Toros pasando por Salto y Paysandú.
Fueron a rendir pleitesía a la entonces presidenta Kirchner. Se gastaron -de nuevo- muchos miles verdes en la fiesta de recepción del tren integrador que pasó por Salto rumbo a Paso de los Toros.
En Paysandú notaron un detalle no menor: solo viajaban cuatro pasajeros. Los bajaron y los mandaron en un remise hasta la ciudad isabelina.
Era más barato.
En Paso de los Toros nunca vieron llegar ese tren que no era ni del pueblo ni de los libres.
Nunca más circuló. Hoy es chatarra.
Desde el FA propusieron seguir otros malos ejemplos K.
Como el ir al default en la crisis del año 2002. Tal cual sus amigos peronistas decretaron en Argentina. Aún hoy intentan salir de ese incumplimiento. Siguen pagando sus consecuencias.
De este lado dijimos que no a esa propuesta del FA.
Por suerte.
Durante la pandemia del covid insistieron no solo con que nos adoptaran nuestros hermanos platenses. También pidieron seguir el camino que el clase A dispuso para su país: cuarentena total y vacunas rusas.
Camino que terminó en fiestas privadas y vacunatorios VIP en tierra argentina. A diferencia de ellos, nuestro gobierno dispuso la libertad responsable, consiguió rápido las mejores vacunas, las suministró en forma pareja a toda la población y la economía no se detuvo.
Ahora desde el Partido Comunista y el Pit-Cnt, o sea desde dos sectores uno integrante del FA y el otro identificado con este, nos vuelven a proponer seguir la Ruta K de errores.
El que tomaron en el año 2008. Ese año el gobierno kirchnerista terminó con las Afjps, equivalentes a nuestras Afaps. Volvieron al sistema antiguo echando mano a los ahorros de los jubilados. Una medida de inseguridad y falta de certeza jurídica que tenía el antecedente de expropiaciones de ahorros y falta de respeto a contratos e inversiones.
Ese camino llevó a Argentina, uno de los países con mayores riquezas naturales del mundo, a su situación actual: 55% de pobreza. Más de la mitad de la población. A eso se suma inflación galopante, varios tipos de cambio, desinversión y desempleo.
La Argentina kirchnerista siguió el ejemplo de la Venezuela chavista. Esa que hoy, pese a su riqueza petrolera, tiene un 75% de pobreza.
El camino de inflación, cambios múltiples y pobreza es el que el Partido Comunista y el Pit-Cnt nos proponen empezar a seguir el 27 de octubre con su plebiscito.
No hay que ser economista para imaginar lo que pasará si se aprueba.
Al afectar la seguridad jurídica y no tener certeza de poder cumplir en el corto, mediano y largo plazo con las obligaciones, aumentará el riesgo país.
Es lo que sucede cuando el que presta dinero tiene dudas si cobrará.
Quienes califican el riesgo lo subirán y eso llevará a la pérdida del grado inversor. Nos llevó diez años recuperarlo. Ahora lo perderemos en un solo día. ¿Qué efecto tiene esto?
En la estimación más optimista significa tener que pagar unos mil millones de dólares de interés más por año. Mil millones, mínimo, deben ser más.
Además de los juicios que se vendrán. Porque se van a venir. Nuestro país es un Estado de Derecho y quitarle bienes y derechos a las personas significa ser responsabilizado por ello.
¿De dónde saldrá el dinero para los intereses? No lo dicen.
Lo que deja claro que será de más impuestos, menos inversión o inflación. O de los tres.
Más impuestos significa menos actividad. Además dinero de impuestos que se irá a pagar intereses o sea que se irá para afuera.
Menos inversión es difícil saber dónde será pero afectará las políticas públicas y seguro no alcanzará.
Inflación significa que lo pagarán los que menos tienen.
Es lo que pasó en Argentina.
El designado como probable ministro de Economía en caso de ganar la elección el FA realizó unas desafortunadas declaraciones.
Creo que no fue su intención decir lo que dijo. Trató de llevar calma y no lo logró. Hemos tenido otras crisis y salimos adelante, expresó. Doble error.
Las otras crisis eran temporales.
Esta pretenden fijarla en la Constitución dotándola de la permanencia en el tiempo que las otras no tuvieron.
Las otras, como la del 2002, nos vinieron de afuera. Esta la estamos provocando nosotros.
Hay otro error más.
Al decir que de la crisis que sobrevendrá en caso de aprobarse el plebiscito saldremos como de otras, reconoció que ocurrirá una crisis.
Después nos preguntamos por qué subió el dólar.
EL PAÍS