El Ministerio de Salud Pública (MSP) lanzó el programa de prevención de consumo problemático de sustancias en jóvenes, denominado Conciencia y Acción Colectiva. Es un modelo de origen islandés, con enfoque comunitario integral, que involucra a familias, escuelas, comunidades y gobierno para crear un entorno seguro. El abordaje del problema de salud mental y las conductas de riesgo es clave, explicó la ministra Karina Rando.
que se adapta a la realidad de cada país, y el apoyo a las políticas públicas que respaldan estos cambios.
“El ministerio adoptó esta estrategia porque entendemos que, si bien es compleja, es la mejor metodología a seguir, es participativa, hecha en base a las actividades de salud de la comunidad, tratando de transformar el entorno donde crecen y se desarrollan los adolescentes, manifestó la jerarca, y remarcó que, para proteger a los jóvenes, se necesita “una sociedad comprometida, donde las familias, la escuela, la comunidad y las políticas públicas trabajen juntas para crear un entorno seguro y saludable”.
Satdjian, en tanto, insistió en la importancia de prevenir, sobre todo, por la persona, pero también por el sistema. Es parte del Plan de Salud Mental y Adicciones cuyo presupuesto ya se votó, señaló. La práctica de este modelo está basada en evidencia y con foco en la comunidad, dijo, donde juegan un rol importante los directores departamentales de Salud, así como referentes en materia de educación y aspectos sociales. “Es difícil ser padre de un adolescente, hermano de un adolescente, pero más difícil es ser adolescente hoy, y de ahí la importancia de dar herramientas”, sostuvo.