Los datos relevados en la Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Estadística correspondiente al año 2024 revelan una reducción en la cantidad de hogares que atraviesan inseguridad alimentaria grave en el país, sobre todo con menores a cargo, y más aún con niños de menos de seis años. La mejora en los indicadores, comparando con años anteriores, es más visible en la capital del país, donde la baja fue del 46%.
“El primer quintil siempre es el que sufre más”, es el que tiene más necesidades, al primero que le afecta el desempleo, y tiene situaciones de acceso a las viviendas, señaló el ministro, quien aclaró que se trabaja fuerte con esta población, ya que “no solo con entrega de alimentos se resuelve la inseguridad alimentaria”.
Rando, en tanto, recordó que la alimentación influye directamente en el desarrollo o no de enfermedades, es decir, que hay un vínculo directo entre la malnutrición y la capacidad del organismos de defenderse de, por ejemplo, patologías infecciosas. Por eso, consideró fundamental contar con estas herramientas de investigación y evaluación.
Celebró que la reducción de la inseguridad alimentaria se haya concretado particularmente en hogares con niños menores de seis años, porque la nutrición inadecuada en los primeros años de vida repercute en el desarrollo físico y neurológico del individuo y lo condiciona para el futuro. Destacó la rigurosidad del estudio, y el valor de sus datos para la aplicación de políticas públicas.