Comenzaron un 12 de octubre de 1974 cuando adquieren la heladería que llevaba el mismo nombre en la calle 19 de abril al 1800. Por ese entonces la empresa era familiar: padres, una tía y dos colaboradores.
Para sobrellevar los meses fríos del año cuando no se solía consumir helado, la familia decidió anexar kiosco y cocina, lo que permitió a la empresa crecer mudándose en 1983, coincidentemente también un 12 de octubre, a la tradicional esquina de 19 de abril y Santos Errandonea.
Se trabajaba con dos máquinas de extracción manual del helado y se debía saber cuándo la consistencia de éste era óptima “a ojo”; en la actualidad la elaboración está apoyada en la alta tecnología.
Los “SUPER LARGOS” (nombre de fantasía impuesto por su creador, Jorge Favier, para llamar a los frankfurters largos que hasta el momento eran desconocidos para los salteños). Los clientes comenzaron a instaurar la moda de pedirlos al paso, para comer en la plaza de deportes o en su vehículo.
Si bien el sistema de control y gestión sigue siendo familiar, es claro que el escenario de trabajo ha cambiado.
Con el paso del tiempo y el avance tecnológico, el grupo de trabajo que primeramente fuera en el entorno familiar, ahora está formado por un equipo de colaboradores.
En la empresa conviven personas de todas las edades, porque creen que una buena integración generacional es necesaria para llevar adelante la actividad comercial.
Sin diferenciar responsabilidades de los cargos, todos trabajan mancomunados por un objetivo común: defender los intereses de todos los integrantes de la empresa. El único requisito indispensable es la auténtica voluntad de cada uno para comprenderse y lograr juntos la eficiencia soñada.
El Centro Comercial reconoce y celebra los 50° aniversarios de Heladería Alfredito.
@heladeria.alfredito