Por primera vez desde que asumiera como Presidente de la Delegación Uruguaya de CTM, Cdor. Martín Burutarán, habló de todo el proceso vivido desde la renuncia del Dr. Albisu y la gestión y el trabajo realizado desde que asumieran como equipo en el 2020.
Burutarán dijo que “entendí desde que asumí la presidencia que no hice declaraciones para cuidar a la institución. Evitar seguir poniendo leña al fuego. Si mostramos con las herramientas que tenemos la institución en un lugar donde pasan cosas importantes para evitar que se siguieran tirando cosas sin fundamentos. Hubo mucha gente que dijo cosas sin saber de que estaba hablando, Salto Grande es muy importante para la matriz energética, cuestiones técnicas que aprendí respaldado en un gran equipo técnico. Para preservar a los funcionarios y a la institución evité hacer declaraciones y quienes querían saber como funciona todo, los invitábamos”.
Burutarán recordó que la renuncia del Dr. Albisu un 7 de setiembre del 2023 fue una situación dolorosa, “fue un momento de dolor principalmente para ese grupo, ese núcleo, de amistad que se generó con esta actividad política y que venía trabajando en este tiempo en forma muy intensa. Los que estábamos ahí sabíamos que no había necesidad pero Carlitos insistió en cuidar el gobierno y no tenía inconveniente de dar un paso al costado. El estaba convencido de la decisión y por eso lo apoyamos. En el fondo estaba aquello de decir que lástima que no hay voluntad de escuchar y ver que se hacían cosas muy importantes. Lo que venía después no lo sabíamos porque estaba en carrera la interpelación y todo lo demás pero ese día fue un momento muy angustiante”.
El jerarca agregó que “se cuestionaron las actividades realizadas por la delegación de Uruguay rotuladas como «discrecionales» porque sonaba bien para la oposición sin darse cuenta que muchas instituciones recibían apoyos incluso que no superaban los 20.000 pesos y los ayudaba a alcanzar objetivos. Eso significó bajar el perfil y generar un mecanismo de información que todos pudieron ver siempre a quienes y porque se respaldaba a tantas instituciones. Eso siempre estuvo en la página institucional, está toda la información para el público y quien más sufrió esto fue el salteño porque a nosotros nos bajó el volumen de trabajo y nos dedicamos mucho más al tornillo, a los hierros y al hormigón. Salto perdió ese apoyo que se daba y Montevideo nunca entendió que Salto Grande tiene una obligación con la región y lamentablemente eso se perdió. Antes de asumir nosotros había convenios con 21 instituciones y al momento de la interpelación nosotros llevamos casi 300 convenios institucionales. Se mezclaron muchas cosas”.
Los ingresos fueron el disparador, “recuerdo lo que dijo el miembro interpelante acá no hay ilicitud, nadie se robó nada, eso dijo él al comenzar”, recordó Burutarán, “porque ya nadie se acuerda de la pandemia que nos obligó a utilizar un mecanismo de ingreso porque no se había dado nunca la separación de nacionalidades. Había complicaciones para cubrir los turnos, protocolos que se armaron en forma urgente desde la seguridad y la tranquilidad para los funcionarios. No existió intencionalidad alguna y las decisiones se tomaron a conciencia. Las designaciones directas son legales en Salto Grande pero fueron cuestionadas y como buen político Carlos Albisu decidió dar un paso al costado”.
Evitó hablar de la filtración de información, “si desde Montevideo se hubiese escuchado y no poner tantas ganas de hacer política con esto, la historia hubiese sido otra. Cuando se hablaba de las partidas y todos sabían que hacía doce años se hacía. Eso fue uno de los motivos de llamarme a silencio entendiendo que era necesario no responder. Al salir de órbita de los medios me ayudó a dejar de escuchar algunos disparates”.
El contador Martín Burutarán comparó los ingresos en Salto Grande con los de la intendencia, “uno se da cuenta ahí el poder que tienen las intendencias porque un intendente puede llegar a un nivel de discrecionalidad increíble con tan poca gestión y más de 600 designaciones directas que además cuenta con el aval del gremio que ayudó a darle permanencia. En Salto Grande se firmaron las renuncias y cuando termine esta gestión toda esa tiene la posibilidad de salir dependiendo de quienes asuman la nueva gestión. No es comparable lo de Salto Grande con el convenio firmado en intendencia el Día de los Inocentes”.
En cuanto a la decisión de hacer política reconoció se considera dirigente político, “es una actividad que me gusta. No se donde voy a militar, por el bien de la transición y de lo que viene para adelante me limito a hablar de lo político”.
Finalmente dijo tener avanzada la transición y elaboración de informes para las próximas autoridades, “la gestión es estar hasta el último día e incluso pudimos tomar decisiones antes de las elecciones que no las tomamos a la espera de lo que la gente eligiera así que esas decisiones serán tomadas o no por la próxima delegación”.
