
Este sábado 1° de febrero del 2025, se recuerda el fallecimiento del Dr. Gonzalo Leal a escasos metros de alcanzar la meta de lograr la Travesía del Río de la Plata a nado en una distancia de 42 kilómetros. Amigos de su círculo cercano como lo son el Arquitecto Juan Pablo Bartaburu y la Cdra. Romina Lagreca, confirmaron que hace pocos días se reconoció la realización de la travesía al Dr. Leal en una coincidencia que el destino misteriosamente plantea en esos recovecos de la vida.
A propósito de recordarlo en su esencia, Lagreca dijo que Leal “era un muy buen nadador de chico y de grande le gustaba mucho nadar en aguas abiertas y siempre fue bueno”.
Bartaburu dijo que “Gonzalo no era de Salto, vino de chico y lo conocí de toda la vida. Era tremendo nadador desde chico, con récords nacionales con un cuerpo que no era el del típico nadador”.
Los dos invitados a Quinto Elemento reconocieron pertenecer al pequeño grupo de nadadores de aguas abiertas, Bartaburu recordó que “con Gonzalo nos tiramos en una travesía en Punta del Este y había gente que había hecho el cruce del Río de la Plata y cuando terminó de hablar dijo: yo tengo ganas de tirarme. En otra travesía en Punta Ballenas, me volvió a hablar del tema y creo que ya lo ten{ia definido”.
Lagreca agregó que se preparó mucho para una competencia de 10 kilómetros, entrenando todos los días, “lamentablemente la madre falleció y canceló ese viaje. Se preparó mucho tiempo y la travesía del Río de la Plata surgió luego, un total de 42 kilómetros”.
Bartaburu recordó que al enterarse de esa decisión, “con el diario del lunes cualquiera opina pero Gonzalo todo lo que se proponía lo hacía. Era muy perseverante y él internamente sabía que ,lo iba a hacer y lograrlo”.
Juan Pablo Bartaburu manifestó, además “la organización del Río de Plata certificó por válido el cruce de Gonzalo siendo el nadador número 41 en cruzar el Río de la Plata. Gonzalo era un crac, inteligentísimo, perseverante, terco, calentón, un profesional en todo lo que encaraba. El era muy exigente, con el grupo que formábamos parte, siempre nos controlaba todo, como que era el técnico del equipo y nos exigía en cada competencia. Era exigente con él mismo y a veces le decíamos que éramos viejos compitiendo pero la organización o en algún torneo con distintas pruebas, él nos marcaba en cuales teníamos que anotarnos para salir entre los tres primeros”.
Leal “conocía a todos en la categoría de cada uno”, dijo Lagreca, “en Salto somos pocos los que nadamos en piscina y en aguas abiertas”.
“La natación tiene una diferencia con otros deportes, uno nada de la manera que quiera hacerlo”, dijo Bartaburu, “nadar a tu ritmo, no lleva un sacrificio. En aguas abiertas cada uno nada a la velocidad que puede”.
Tres veces por semana de entrenamientos, dijo Lagreca, “a esta altura de la vida lo hacemos por placer. A mi me encanta estar en el agua porque es un tiempo en lo no se piensa en nada”.
Médico, político, dirigente de Salto Nuevo, amigo, padre, esposo, amigo, “fue un emprendedor que en la mayoría de las cosas le salieron bien”, dijo Bartaburu, “era muy pícaro, muchas veces le gustaba hacer cosas y consultaba pero aún así las hacia igual”.