La movilización se da en rechazo al reciente discurso del presidente en el Foro de Davos sobre el feminismo y la comunidad LGBT.
Miles de personas se manifestaron este sábado en Buenos Aires en defensa de la diversidad y contra el presidente ultraliberal Javier Milei, en rechazo a su reciente discurso en el Foro de Davos sobre el feminismo y la comunidad LGBT.
En la capital argentina, una larga procesión de personas con banderas, sombreros y maquillaje de la tradicional bandera multicolor del Orgullo LGBT se reunió por la tarde en la Plaza del Congreso antes de dirigirse a la Plaza de Mayo, donde se ubica la Casa de Gobierno a 2 kilómetros de distancia, constató la AFP.
«Clóset y calabozo nunca más», «Resistencia trans» o «Ni un paso atrás» eran algunas de las consignas en las pancartas y carteles de la manifestación bautizada como «Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista LGBTQI+», convocada por movimientos feministas y de los colectivos de las diversidades sexuales.
«Son barbaridades las que dijo el presidente. No puede ser que alguien que tenga ese cargo tan importante diga cosas así», señaló a la AFP Alicia González, una joven de 18 años que se identifica como homosexual y que marchaba en compañía de su madre y hermanos.
Con la cara cubierta con brillantina y la bandera multicolor dibujada en sus mejillas, aseguró que las declaraciones de Milei la habían hecho sentirse «atacada», y planteó que el presidente debería «defender los derechos, no limitarlos».
El detonante de la marcha fue la intervención del mandatario argentino en el Foro Económico de Davos el 23 de enero, cuando, en línea con su «batalla cultural», cargó contra el denominado «wokismo», aseguró que el «feminismo radical» pretende «privilegios» y criticó la figura del «femicidio» porque, en su opinión, legaliza que «la vida de una mujer vale más que la de un hombre».
A la movilización se sumaron varios sindicatos influyentes, como la ATE (funcionarios públicos), la CGT (principal central sindical del país), así como políticos de la oposición, lo que llevó al Ejecutivo a tildar la marcha en los últimos días de fundamentalmente «política».
Las declaraciones de Milei provocaron reacciones de indignación en la sociedad civil, en gran parte de la prensa y causaron malestar incluso en la derecha «clásica», aliada ocasional del presidente libertario, que reivindica su admiración y afinidad con Donald Trump.