(Escribe el diputado del Frente Amplio, Oscar Andrade). Saludo y agradecimiento. Saludar por el esfuerzo de este proyecto de comunicación y agradecer que podamos ser parte y apoyar un granito de arena a este medio de comunicación. La batalla de ideas va de la mano de la batalla de la comunicación. Galeano escribía no hace mucho tiempo que ya no es necesario que los fines justifiquen los medios, ahora los medios masivos de comunicación justifican los fines de un sistema de poder que impone sus valores a escala planetaria. El ministerio de educación, decía Galeano, del gobierno mundial está en pocas manos. Nunca tantos habían sido incomunicados por tan pocos. Más acá en el tiempo Rafael Correa, presidente de Ecuador, decía que desde que se inventó la imprenta la libertad de prensa pasa por la voluntad del propietario de la empresa y cerraba diciendo que «si el día de mañana me muerde un perro, muy probablemente le hagan una nota al perro».
Ojalá esta columna sea de ida y vuelta y lo cierto es que estuvimos pensando para que lado rumbear esta primera columna y nos pareció importante comenzar con el tema de un sector ninguneado, olvidado, como es el de los trabajadores rurales.
Hace un tiempo atrás don Alfredo Zitarrosa hacía una hermosa interpretación: «Patrón, esa sombra que tirita tras sus reces, huella y harapo, comiendo a veces, patrón, por sus intereses ahí va su peón».
Tenemos una deuda enorme política, social, cultural, con los trabajadores rurales.
Históricamente en Uruguay y en América Latina los propietarios de grandes extensiones de tierra han tenido un peso político y económico muy fuerte. Basta recordar que el año pasado estábamos conmemorando un hecho histórico de las reformas del Batllismo, la ley 5.350, que hizo ver a nuestro país en el mundo como el país que más amplitud, alcance, le daba a las ocho horas extendida para todos los trabajadores del Uruguay. En realidad para casi todos, combinado por la lucha de las clases obreras en el siglo XIX, pero esa reivindicación no llegó al trabajador rural por el poder, el peso, de los sectores más poderosos de los sectores conservadores que planteó una batalla campal contra esa ley.
Un año antes, en 1914, se había aprobado la ley 5.032 de seguridad en el trabajo con el concepto de que el patrón era responsable de las condiciones de trabajo del empleado y no es casualidad que por el mismo año se funda la Federación Rural que aparte de expulsar a Baltazar Brum, delegado de las Ligas Federadas de Canelones, don Irureta Goyena sostiene una frase emnblemática: claro que soy partidario que el peón gane poco porque así aprende que el estanciero es su providencia. Quien sino el estanciero lo lleva a votar?. Quien sino estanciero no se preocupa? Y además aprende a ahorrar.
Los estancieron vinculados a los grandes intereses empresariales acuñan aquello de que es lo mismo el pequeño productor que se debate año a año por su sobrevivencia que el gran estancieron. Que esos 4.000 propietarios tienen más de 10 millones de hectáreas, más del 60% de del total de tierras en Uruguay, integrantes del sector sumamente poderoso, han sido una barrera de extrema dificulta para que se construya los avances sociales.
Y las luchas de los trabajadores rurales, basta recordar que a fines de la década del 40 había marcha de trabajadores de los tambos, en la década del 60 los cañeros, tratando de colocar la reivindicación de las espantosas condiciones laborales de los trabajadores rurales. Recordar las misiones socio pedagógicas donde a punta de solidaridad se iban a recorrer los pueblos del interior que los integraban los peones rurales, excedentes por el cambio tecnológico en el campo y los militantes sociales de magisterio se basaban en la denuncia de desnutricion, analfabetismo, para hacer notorio lo que no era notorio.
En estos años se han aprobado normas importantes, el decreto 321 del 2009 que genera un marco normativo de seguridad laboral, el haber alcanzado las 8 horas para ellos, con la llegada del Frente Amplio que generó por primera vez escenarios de negociación colectiva para laudos, categorías, y salarios para los trabajadores rurales. Eso es cierto pero también es cierto que la distancia que nos falta por recorrer para desir que existen condiciones dignas para los trabajadores y trabajadoras rurales es enorme. Por primera vez en la historia aparecen recibos de sueldos en el medio rural con el pago de horas extras pero una gran parte como lo constatamos en una recorrida por todo el país, marca que no hay un departamento en donde no exista una denuncia sobre el incumplimiento de las ocho horas. Está claro que tener normas de salud y seguridad es importante pero también es cierto que el nivel de siniestralidad rural es grande, 7 u 8 mil trabajadores por año pasan por el seguro. Peor aún, muchos siniestros no pasan porque no pasan por el banco. Recibimos en la comisión de legislación del trabajo trabajadores de las avícolas que llegaron con una denuncia medieval: queremos trabajar sin que nos muerdan las ratas o sin que se nos caiga el galpón. Luego recibimos trabajadores del arroz cuya única reivindicación era que no le fumigaran o al menos que no fumiguen las escuelas a donde van sus hijos. Ni que hablar la denuncia de los trabajadores de Caputto que terminaron la zafra en octubre y la terminaron cobrando el 23 de diciembre. Tienen negociación colectiva pero tienen los salarios más bajos luego de las empleadas domésticas.
Los rurales mejores pagos son los del arroz donde un peón cobra 15.400 pesos nominales, el citrus y el arándano 10.199, pegado al salario mínimo, tenemos ahí un desafío enorme porque el escenario de negociación colectiva podría explicar esto en un escenario de crisis pero uno entra a los datos del Ministerio de Economía o Ganadería, y encuentra que el sector no ha parado de crecer.
No tiene ninguna fundamentación que un sector de pleno auge, con un crecimiento en la década inmensa por la mayor demanda de alimentos en el mundo, sea apoyada por la precariedad de los trabajadores rurales. Las mujeres terminan ganando menos y la informalidad establece que un poco más del tercio no tiene beneficios, con un nivel de formación que da que la mitad tiene escolaridad y un 20% pudo terminar la escolaridad. En esa concepción de que se cumplieron 200 años de Artigas diciendo que los más infelices serían los más privilegiados, bandera que elegimos por la unidad de la izquierda, tenemos que pensar que ahora que hay un debate de diálogo social, de la cultura del trabajo, de la necesidad de desarrollo en el trabajo, de pensar en la dignificación del medio rural. Vamos a estar por Salto reuniéndonos con los trabajadores de la cosecha no solamente para ayudarlos a resolver un conflicto laboral sino a construir el sujeto que va a cambiar todo. Las transformaciones no se van a dar porque haya más inspecciones, sino que se va a dar cuando esta historia la protagonicen los trabajadores y trabajadoras rurales porque ha sido un sector históricamente invisible pero con quien tenemos un fuerte compromiso.
Nunca tantos habían sido incomunicados por tan pocos
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6 comentarios en «Nunca tantos habían sido incomunicados por tan pocos»
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Clarisimo,gracais Oscar- Hay que seguir !!
te postulo para presidente del fa creo que cumplirias una muy buena tarea
Excelente opinion. Saludo ademas para el proyecto de comunicación, tan necesario en este y todos los momento.
Un privilegio para la izquierda, el Frente Amplio y la 1001, tener un parlamentario joven y comprometido con los y las menos privilegiadoas/as, como Oscar Andrade que habla claro y fuerte!!
Muy bueno el articulo y ya hace tiempo que Oscar viene planteando temas que tienen que ver con una visión de izquierda categórica, tema que nuestra izquierda tendrá que comenzar a debatir en los próximos tiempos, y casualmente en la foto aparece otro Oscar, de los Santos que también viene planteando temas conceptual e ideológicamente profundos de izquierda, sin duda que son la reserva mas solida de nuestro frente, es momento de trabajar juntos aquellos que por concepción ideológica y ningun otro interes comparten pensamientos, creo en el frente amplio pero mas creo en aquellos hombres que como estos Oscar dan cimiento firme a la reconstrucción imprescindible de las izquierdas, de aquí y del mundo
Eso es así,dos Oscar que trabajan con convicción y realmente vale que se los escuche…