No entendemos el nivel de agresividad y destemplanza de circunstanciales adversarios políticos con los cuales quisiéramos caminar juntos después del 30 de junio. Pero entiendan que todo tiene un límite y no vale cualquier estrategia para intentar posicionarse.
Provoca vergüenza ajena algunas actitudes que solo buscan llamar la atención. Le hacen muy mal a la política en un momento en el cual hay que elevar la mirada y buscar soluciones de fondo a los graves problemas que enfrentan los salteños. Entiendan de una vez que la crítica coyuntura que atraviesa el departamento no admite este tipo de arrebatos.
Solo esta vez destinaremos un tiempo para hacer un llamado a la cordura y así evitar llegar a un punto de no retorno, porque si queremos cambiar el signo político del departamento deberá ser en coalición y con amplios consensos.
¿De verdad cree que encarna la renovación un grupo político que se ha nutrido de dirigentes de la agrupación que es blanco de sus críticas?
¿Cuáles son las caras nuevas que ponen a consideración de la ciudadanía?
A falta de una semana para las elecciones nadie sabe lo que proponen, porque han utilizado todo su tiempo para criticar a los demás, en una campaña claramente negativa.
Tampoco tienen candidato a la Presidencia de la República, por eso les dicen a los salteños que voten a cualquiera, total, para ellos no es importante quién va a liderar a nuestro partido los próximos cinco años.
Causa pena que un candidato joven, que se presenta como una alternativa ante los salteños, que en el futuro podría haber representado la unión de todos los colorados. tenga hoy un discurso destructivo, fuera de lugar y altanero.
Nosotros vamos a invitar a todos los colorados a reflexionar sobre los verdaderos dilemas que nos deberían unir, a conciliar, que los problemas que infunden la desesperanza en tantas familias salteñas todavía esperan una solución, que no es ni será el fuego cruzado entre correligionarios.
Tendremos la responsabilidad de tenderles la mano después del 30 de junio y, en la medida que quieran seguir siendo colorados, podremos habilitar un espacio de diálogo para intentar revertir esta penosa imagen que ellos mismos han construido. Hoy podrían empezar por respetar las trayectorias de aquellos que en los tiempos más difíciles del Partido Colorado no solo defendieron con fervor a la colectividad política más histórica del país, que generó que seamos cientos los que nos hicimos colorados. Que hizo de Salto uno de los mayores bastiones del Partido Colorado en el país.
Los más nuevos pueden creer que fue gracia divina, basta con ver la realidad de nuestra colectividad en otros departamentos. Quienes ya sumamos alguna elección, sabemos lo que cuesta todo en sudor y lágrimas.