Hechos ocurridos en Salto en 1904, en los meses finales de la revolución saravista.
Días atrás, contacte a un amigo extranjero que vive en Montevideo, Richard Carlson, por el interés que despertó un par de fotografías que el exhibió en grupos de historia e imágenes antiguas, referidas a una postal militar enviada desde Salto en 1904 a Montevideo.
Se trataba de una serie de documentos que habían sido desechados a la calle y que él, por curiosidad, o tal vez por instinto se encargó de recoger y preservar, haciendo notar lo curioso del hecho.
En un gesto benevolente Richard puso el material a disposición de quienes estuvieran interesados en acceder a él y no lo dude un minuto. Solo pasaron días para que me llegara la encomienda con la documentación, con el claro propósito de poder arrojar luz y aportar algunos otros elementos que contribuyan a dar contexto a la curiosa fotografía.
Esto generó que rápidamente me dedicara a escudriñar en la documentación tratando de encontrar algún sentido, para lo que hasta el momento, no era más que papeles antiguos de esos que cada tanto descartan las familias cuando realizan limpiezas y optan por desechar aquello que ya no consideran de utilidad.
«Contempla por un momento este retrato y en las veras a los valientes defensores de el Salto»
Recuerdo de su hijo.
Está fotografía dedicada a su madre, Dona Teresa, está fechada el 6 de junio de 1904 y fue tomada junto a parte del Batallón de infantería N3 de Guardias Nacionales, apostados en nuestro departamento. Para esta fecha han transcurrido tres meses del enfrentamiento en Paso del Parque del Dayman con el ejército de Aparicio Saravia, y restan tres meses más para el enfrentamiento final en Masoller, que dará muerte al caudillo blanco. La razón de que se encuentre ese ejercito instalado en Salto, tiene que ver con el hecho de que las tropas rebeldes incursionaban con frecuencia en nuestro departamento, ingresando desde el sur por el Dayman, llegando hasta el paso Morales y desde ahí a establecer nexos con la Ciudad de Concordia- Argentina, para ser proveídos de armamentos, más precisamente Mauser de 1903, los que habían sido adquiridos por el ejército uruguayo, modificados pero posteriormente se dejaron de usar oficialmente y gran parte de este contingente fue vendido de forma irregular y adquirido por los revolucionarios, ya que resultaban en una buena relación precio calidad. En este contexto las tropas gubernamentales deberían vigilar y evitar, tanto el ingreso como el abastecimiento de armas para la revolución. En una segunda foto tomada también en Salto y dedicada a la madre y una tía, fechada el 18 de junio de 1904, solicita ser acompañado a dar un viva a sus queridos jefes y valientes oficiales del Batallón N3. Jose Teysera, militar en defensa del ejército gubernamental, tenía en ese momento 20 años pero ya palpitaba la revolución, demostrado en su entusiasmo y valentía.
Indudablemente es muy grande la euforia en la cual se encuentra envuelto, no muy distinta a la de muchos otros orientales que anhelaban el fin de los enfrentamientos civiles y que una vez concluidos daría nacimiento a un nuevo Uruguay, no eximido del conflicto pero más democrático y participativo, en la cual Jose Batlle y Ordóñez, tuvo un rol importante, porque entre otras cosas reconoció la legitimidad del reclamos de los revolucionarios, que perdieron a su caudillo en los campos de Masoller.
En 1909 nuestro protagonista, Jose Teysera, que fuera Sargento 2do en setiembre de 1904, contrae matrimonio con Clelia Julia Ambrosoni y así lo registra la crónica social cuando anuncia, la conformación de un nuevo hogar, literales palabras, tomadas de diario de época.
De ese nuevo hogar devendrán tres vástagos: Faustino Antonio, nacido en 1910, que lleva el nombre del abuelo, Julio Cesar nacido en 1913, y Perla Angelica nacida en 1923.
Es por una solicitud de Perla al Batallón de Infantería, sobre información referida a su padre, en el año 1957, donde se le comprueba, que de acuerdo con los legajos existentes, este había participado en el enfrentamiento de setiembre de 1904 en Masoller revistiendo el grado de Sargento 2do, un grado intermedio entre la tropa y la oficialidad, herencia jerárquica de la infantería española.
Lo leído hasta aquí surge del estudio y contextualización de los documentos encontrados, Registro de estado civil, nota del Estado Mayor del ejército, artículos de prensa y las fotografías.
Este trabajo de investigación fue posible, gracias a la disposición del amigo Richard Carlson, quien estaba en posesión de los documentos, como de Aníbal Bonsi que nos puso en conocimiento de la situación y obró de intermediario.
Marina Argain destacada investigadora local, a quien le asiste una condición de referencia y profesionalismo en la identificación filiatoria y complementariedad documental, resulto un pilar importantísimo, no solo para esta investigación, ya que con su trabajo en equipo nos otorga las condiciones necesarias para que el trabajo este sustentado en rigurosidad.
Espero que esta crónica histórica, gráfica y testimonial haya resultados de interés, y que por si esas cosas las lee alguien que esta por descartar documentos antiguos, se contacte con nosotros y de repente sirva para zurcir retazos de historia de nuestro rico pasado.
Jose Buslón.