La baja constante de todos los delitos responde a una estrategia clara de seguridad pública.
Las rapiñas bajaron 41,1% respecto a 2019, son 9.000 rapiñas menos.
Los hurtos bajaron casi 22% y el abigeato mantiene la tendencia a la baja acumulando un 57%.
La cifra de homicidios bajó 0,4%, confirmando que se mantiene en una meseta.
Desde el regreso a la democracia, es la primera vez que una gestión logró quebrar la tendencia al alza de los delitos, y eso es gracias a la mayor inversión en infraestructura, recursos humanos, herramientas, armas, vehículos y tecnología.
Insistimos en sentarnos a trabajar todos juntos para generar Políticas de Estado. Tenemos que brindar más educación y oportunidades laborales para lograr bajar los niveles de reincidencia delictiva. Ese es el camino.