Durante este comienzo de año y terminada la primera parte del proceso electoral con el nuevo gobierno nacional electo, ha sonado con fuerza que desde el 1° de marzo y de cara a la la campaña de las departamentales, la elaboración de una “campaña de enchastre” ideado por sectores limistas, con complicidad de comunicadores apuntando directamente a los candidatos de la Coalición Republicana.
Lo mínimo sería que esto se trate solamente de un rumor, lo máximo sería que efectivamente se implemente por varias razones elementales que políticos devenidos a mercantilistas del clientelismo y del tome y daca a cuentas de votos, no terminan de entender.
Una de ellas sería la manera en que han destruido con su accionar sectario, la credibilidad de la gente en todo el sistema político: son todos iguales.
Limitando la posibilidad en tener esa luz de esperanza que cada cinco años se enciende y pone en juego la preparación de quienes están en carrera por la intendencia de Salto.
Pensar que una campaña de desprestigio con medios y comunicadores asociados, puede modificar el mal humor de quienes en Salto vivimos y vemos con absoluta tristeza es no haber aprendido nada.
Sostener que se puede polarizar una campaña a cuenta de defenestrar a los rivales políticos es de una inmadurez, al menos, impresentable.
El votante en Salto seguramente tendrá un comportamiento muy diferente a las elecciones nacionales, porque nuestra realidad pega, es cruda, es de abandono, de dejadez y de incapacidad en gestión y acción.
Cuando éramos jóvenes siempre escuchábamos la frase de nuestros mayores al decir “si a alguien le pedís que haga algo mal con intención nunca le pudo salir también”, aplica ciento por ciento a la larguísima administración de Lima.
Lo que es peor, en verdad los Lima pueden adjudicarse autoría de una campaña de enchastre cuando se silencian sistemáticamente ante los problemas que le explotan para el afuera y para el adentro?. Piensan realmente que con todos los compromisos generados a través de la empresa de colocación laboral que fue la comuna, los terrenos entregados a diestra y siniestra y la promesa de seguir haciéndolo en caso de volver a ganar, van a generar un efecto “bola de nieve” que llenará las urnas?. Desde todo punto de vista si el rumor se convierte en realidad de seguro seremos testigos de un suicidio político como ya hemos visto en Salto en alguna otra oportunidad.