Este día Internacional de la Mujer, INMUJERES subraya su compromiso y trabajo incansable en la búsqueda del reconocimiento y ejercicio de derechos todos los días del año, promoviendo más igualdad y destacando que ese es un deber fundamental del Estado. Al comienzo del 2015 INMUJERES reafirmó su rumbo con el objetivo de garantizar la igualdad entre mujeres y varones, con participación ciudadana de todas y todos en el ámbito cultural, político, social y económico, así como en la vida cotidiana. En este sentido, concentró sus esfuerzos en impulsar la integración del género en la política pública, de forma coordinada con toda la institucionalidad del Estado, así como en consolidar y desarrollar espacios de diálogo diverso con la sociedad civil. Asimismo, el énfasis puesto en los procesos de descentralización, ubicando a los territorios como lugares clave para la generación de iniciativas y acciones, es un instrumento para fortalecer organizaciones locales que se nuclean a partir de sus agendas de igualdad de género con las prioridades y particularidades propias. Al comienzo de esta administración el Consejo Nacional de Género (CNG) asumió el desafío de definir y dar seguimiento a las políticas públicas prioritarias, garantizando la inclusión de la mirada de género como elemento indispensable para contribuir al desarrollo. Esta tarea, que implica un esfuerzo de largo aliento, requirió del diálogo entre las máximas jerarquías de los organismos participantes. Se definieron espacios de trabajo integrados por personas delegadas de cada una de las instituciones y organismos, con el objetivo de concretar las prioridades de política pública definidas. Se trabajó en generar acuerdos y planes de trabajo específicos que se constituyeron en una hoja de ruta y en acciones concretas que comenzarán a implementarse este mismo año. Cabe resaltar que en el marco de la elaboración del Presupuesto Nacional 2015-2019 y a partir de la estrategia definida entre INMUJERES y OPP, se acordó promover que todos los organismos del Estado crearan proyectos presupuestales denominados “Igualdad de Género”. Estos proyectos permitirán la visibilización, en la propia estructura del presupuesto nacional, de los recursos comprometidos e identificados para avanzar en acciones concretas hacia la igualdad de género por parte de cada institución. De este modo el compromiso se verá traducido en recursos que sostendrán los objetivos definidos. 1. Derecho a una vida libre de violencia: Se comenzará a implementar el Plan de Acción 2016-2019, aprobado por el PE en noviembre de 2015, que establece los programas y servicios a potenciar en el marco de acciones interinstitucionales, integrales, participativas y territorializadas. Los distintos organismos actuarán en torno a un sistema de respuestas que promueva los derechos de niñas, niños, adolescentes, mujeres adultas y adultas mayores y realice acciones de educación y cultura; así como se ampliarán los servicios de atención a situaciones de maltrato y explotación sexual infantil, a adolescentes y a mujeres. Se extenderá a más departamentos el programa de tobilleras con el fin de fortalecer las medidas de protección. El combate a la trata con fines de explotación laboral y sexual y el combate al turismo sexual serán abordados con mayor énfasis. Por otra parte, los protocolos para enfrentar el acoso sexual laboral continuarán siendo incorporados por el conjunto de los organismos públicos. Se iniciará la evaluación de la aplicación de la Ley nº18.850 de reparación para hijas e hijos a causa de los daños por violencia de género y se fortalecerán los programas de formación al funcionariado público de diversos organismos. La preparación de la personas del Ejercito Nacional que enfrentan las misiones de paz para el tratamiento con mirada de género a los problemas de violencia y maltrato también es parte de los compromisos. La presentación por parte del Poder Ejecutivo del proyecto de Ley integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia basada en género, en marzo de este año, será también una de las metas específicas orientadas al reconocimiento de los derechos que implican el vivir una vida libre de violencia de género. Para el 2016 INMUJERES se plantea propósitos concretos y posibles dentro de las políticas prioritarias acordadas con los organismos que participan del CNG: 2. Derecho a una vida libre de estereotipos de género y discriminación: Se profundizará la incidencia del enfoque en las políticas de educación y promoción cultural, buscando asegurar el acceso y la permanencia de las y los adolescentes y jóvenes a la educación como camino a su desarrollo y autonomía. Asimismo, se buscará asegurar los derechos en igualdad desde el reconocimiento de las diferencias, buscando impulsar una educación que promueva el pensamiento crítico, no discriminatorio y libre de los estereotipos, que condicionan y subordinan. 3. Derecho a una vida saludable: Las políticas de salud en igualdad implicarán, en esta etapa, una concentración de esfuerzos en áreas concretas articuladas con la planificación estratégica de los Objetivos Sanitarios Nacionales 2020. Se focalizará en salud sexual y reproductiva de mujeres y varones, salud mental, y prevención y atención de enfermedades crónicas no transmisibles en las mujeres en todas las etapas de su vida. 4. Derecho a mejores oportunidades de desarrollo en el mundo del trabajo productivo y empresarial: Se intensificará el trabajo con las instituciones que capacitan para fomentar iniciativas de economía social y se profundizará el análisis de la normativa que aplica a pequeños emprendimientos a efectos de facilitar la inserción productiva y la autonomía económica de las mujeres. En esta línea, ya se está implementando el programa “Somos Mujeres Rurales” liderado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, que apoya a emprendimientos asociativos de mujeres del medio rural. Se continuará promoviendo espacios de diálogo con organizaciones y redes de mujeres rurales comprometidas con el cambio de su realidad. El Ministerio de Industria, Minería y Energía, a su vez, ha definido como prioridad potenciar las oportunidades de las mujeres para su inclusión en los diversos programas de fomento en el área de la industria, las tecnologías y la energía. 5. Derecho al empleo de calidad y al desarrollo de capacidades laborales: Con el objetivo de reducir las brechas del mundo del empleo: Las políticas de empleo son unos de los instrumentos privilegiados para facilitar el logro de la autonomía económica de la mayoría de la población. En el 2016, los objetivos son: difundir la Ley de Empleo Juvenil; incluir cláusulas de género en la negociación colectiva dirigidas a sostener la autonomía económica en procesos de salida de violencia de género, acortar las brechas salariales y enfrentar el acoso sexual laboral. Asimismo, se fortalecerá el trabajo de la Inspección General del Trabajo y la Seguridad Social, particularmente en lo que se refiere a trabajo doméstico y acoso sexual laboral. 6. Derecho a los cuidados y a la protección social: En el marco de la construcción del Sistema Nacional Integrado de Cuidados (SNIC), INMUJERES aportará instrumentos que permitan garantizar el derecho a recibir y dar cuidado de calidad, así como el derecho a elegir cuidar. Este año presenta el desafío de concretar el mecanismo consultivo, como espacio de diálogo con las organizaciones sociales y el movimiento de mujeres, dando cuenta de esta manera de que el SNIC es efectivamente, una política de género. El complejo camino hacia la igualdad real Hay muchas formas de ser mujer, de ser varón; muchas formas de ser personas. Cada uno de los compromisos definidos incluye la mirada de la diversidad, de la diferencia, de las identidades, para que el camino hacia la igualdad de resultados
sea certero. Las dimensiones étnico racial y generacional son insoslayables, y las barreras asociadas a las discapacidades deben ser tomadas especialmente en cuenta en las políticas y programas. La vulneración de derechos responde a la injusticia económica y cultural que se estructuran y refuerzan entre sí. INMUJERES aspira a que su accionar refleje efectivamente la compleja deconstrucción de la desigualdad. El balance anual permite considerar lo que queda por hacer. El camino hacia la justicia e igualdad es largo e intricado; de allí la responsabilidad ineludible de rendir cuentas de lo hecho, de lo alcanzado, de aquello que aún se mantiene como deuda pública y de lo que se constituirá como compromiso a asumir en el futuro.