En mi vida siempre elegí hacer, nunca bajé los brazos, superé obstáculos, no me rendí y miré hacia adelante.
Lo hice de estudiante, en mi actividad profesional, con mis temas personales y también en la actividad política, esa que tanto me importa, porque es hacer y trabajar por el bien común, por el interés general, por el departamento al que tanto quiero y sueño con verlo cada día mejor.
Desde siempre, estuve del lado del trabajo duro, del esfuerzo, del compromiso y de la responsabilidad, sobre todo por las causas justas, de esas que nos implican despojarnos de lo que tenemos, dando lo mejor de nosotros para asegurarnos que nadie sufra una injusticia.
Elegí hacer y por eso estoy en la política, porque creo que podemos ser mucho mejores de lo que hemos sido hasta ahora usando esta gran herramienta que nos brinda la democracia.
Porque creo en mi gente, en la sociedad de la que formo parte, en los salteños, a esos que visito o veo cada día recorriendo el departamento, no solo por mi trabajo como médico que me impone la obligación de ir a los lugares más lejanos para brindarles atención de salud, sino también, para escucharlos y compartir con ellos sus alegrías y sus tristezas, sus angustias y necesidades, pero, sobre todo, sus sueños.
Elegí hacer desde el llano, junto a la gente, caminando, recorriendo, dialogando y por eso cuando me abren las puertas de sus casas, les agradezco la oportunidad, porque sin esa chance de sentarnos y mirarnos a la cara y así tener una charla franca, sincera y humana, no sería capaz de poder hacer.
Mis padres, Néstor y Juanita, me enseñaron el camino, me dijeron que era haciendo, trabajando y entendiendo al otro, dándonos la mano y ayudándonos mutuamente, la única manera de salir todos juntos adelante.
En cada responsabilidad que asumimos, hemos puesto siempre lo mejor de nosotros, quizás nos hemos equivocado, pero seguimos con la convicción de que había que darle de una vez por todas a Salto, lo que era de Salto. Necesitamos que ya no se lleven más lo que le pertenece a los Salteños, pero después de algunos gritos desesperados de los que quieren volver para seguir llevándose lo que no es suyo para el sur, nosotros seguiremos de pie y hacia adelante, honrando los valores de quienes nos dieron la vida, y de los que dieron su vida, para construir un Salto mejor.
Por ese camino nos van a encontrar en el 2024, defendiendo lo hecho, aprendiendo de los errores y apostando a mejorar, pero nunca dejando de hacer por Salto y su gente.
Por todo esto elegí hacer, por el legado de mis padres, por el presente y futuro de mis hijos y de cada uno de los Salteños, que todos sepan que elegí seguir haciendo, porque no voy a bajar los brazos hasta ver un Salto mejor.
¡Felices Fiestas para todos!
Carlos Albisu.