El Ing. Wilson González, integrante de la asociación “Flora Nativa”, resumió en entrevista realizada este lunes en Quinto Elemento Radio su preocupación por no cuidarse lugares públicos de una riqueza patrimonial sustentada en la flora autóctona como es, por ejemplo, El Parque Indígena.
González dijo que desde hace unos años se encuentra abocado junto a su familia un emprendimiento que procura rescatar espacios, “el mismo está sobre Avenida Apolón de una hectárea en lo que llamamos un espacio biodiverso, pájaros, insectos, flora en una zona cercana a lo urbano. Ahí volcamos bastante de nuestros esfuerzos diarios porque es de una manera volver a la niñez teniendo en cuenta que hace setenta años la directora de la Escuela 64, Marina Esteva, fue quien me enseñó a plantar mi primer árbol. Eso me marcó en mi vida y siempre lo cuento porque es una forma de entender como una maestra es capaz de impactar en nuestras vidas. Por eso incentivamos que el árbol es mucho más que solo crecer y ocupar espacios. En este emprendimiento había una base de algunas especies y elegimos el lugar además por tener areniscas que forman parte de nuestros cerros”.
El profesional dijo que el emprendimiento comenzó en el 2011 “es un aprendizaje constante de como funcionan esos espacios de diversos. A diferencia de eso nos duele el alma ver el Parque Indígena porque tiene valores que deben ser reencontrados. Desde la vegetación es un monte nativo cerca de todo que hoy está un poco degradado aunque puede rescatarse. Hay especies invasoras y en ese lugar estuvieron acampados en 1811 los que integraron el éxodo. Ese lugar era habitado por nuestros aborígenes y en ese sentido también tenemos que valorarlo. Si pretendemos enseñar a los niños a cuidar la biodiversidad ese lugar es magnifico. Con María del Carmen en el 2010 ubicamos 23 subsistemas dentro del parque muy distintos unos de otros. Hoy eso se valoriza muchísimo en nuestro Uruguay, con Flora Nativa organizamos excursiones para visitar por ejemplo lugares parecidos en Tacuarembó, pero a este hay que cuidarlo, no descuidarlo, porque la acción del hombre no puede invadir esos lugares”.
González puntualizó en que “nosotros tuvimos una experiencia interesante en el 2009 donde de cuatro hectáreas las manejamos nosotros. Fuimos muchos meses a trabajar en el lugar pero lamentablemente se nos quiso imponer una decisión y nos retiramos. El Parque Nativo Rumbo al Ayuí es nuestro orgullo, va a cumplir 20 años. Se nos dijo al comienzo del proyecto que nadie lo iba a cuidar ni respetar el espacio pero no fue así y en lo que fue los 250 años del proceso fundacional de Salto, presentamos el proyecto con lapachos, liquidámbar, en la entrada a Salto. Esa imagen de la marcha del éxodo, logramos una representación con flora nativa”.
Finalmente González se mostró preocupado por la discrecionalidad del talado de árboles en Parque del Lago, “nos da dolor, las cosas no hay que pensarlas en forma drástica. Siempre hay que tener en cuenta la racionalidad y Parque del Lago debe ser repensado, quizás haya que replantear las especies, reforestando por ejemplo, para que en esa transición logremos mirar para adelante. Capaz sin eucaliptus pero si con otras especies como la propia naturaleza se ha encargado en márgenes del lago. Siempre hay que usar la razón explicándole a la población que es lo que se hace o se va a hacer con tiempo”.