Con 2.996 muertes, el 11-S fue y es el mayor ataque en suelo estadounidense de la historia y sus consecuencias aún se sienten.
El mayor ejemplo es la criticada reciente salida de EE.UU. de Afganistán tras 20 años de guerra y ocupación.
Pero también se pueden sentir a un nivel más personal, en generaciones enteras que recuerdan exactamente dónde estaban ese día en que su historia se fusionó con la Historia.
Esto es lo que pasó en aquellos 149 minutos de desconcierto, caos y terror.
El vuelo 11 de American Airlines (AA11) despega desde el Aeropuerto Internacional Logan de Boston rumbo a Los Ángeles con la capacidad máxima de tripulación, es decir, el piloto y copiloto más nueve aeromozos.
Entre los 81 pasajeros viajan cinco atacantes, uno de los cuales es el líder táctico de los atentados, el egipcio Mohamed Atta.
la idea se había gestado 5 años antes, cuando al Qaeda desde su sede en Afganistán estaba en búsqueda de ideas para atacar a EE.UU.
El paquistaní Khalid Sheikh Mohammed planteó la idea de formar pilotos para secuestrar aviones y usarlos como armas, estrellándolos contra edificios de importancia real y simbólica.
El plan está en marcha.En otra terminal del mismo aeropuerto de Boston el vuelo 175 de United Airlines (UA175) despega también rumbo a Los Ángeles, con nueve tripulantes y 56 pasajeros. Cinco de ellos son secuestradores
mismo tiempo, en el vuelo AA11 los secuestradores consiguen entrar en la cabina de vuelo y tomar el control del primer avión.
El golpe comienza con dos auxiliares de vuelo apuñalados probablemente por los atacantes que viajan en primera clase. A continuación, Atta, el único de los cinco entrenado para pilotar un avión, avanza desde ejecutiva escoltado por otro secuestrador, mientras el quinto apuñala a un pasajero.
La víctima es Daniel Lewin, quien había servido 4 años en el ejército israelí y estaba sentado justo detrás de Atta. Se cree que muere al intentar frenar el secuestro sin saber que detrás suyo tiene a otro atacante.
Tal como sucederá en los otros vuelos, el resto de la tripulación y los pasajeros son obligados a desplazarse al final del avión. En este caso, usan un gas irritante y amenazan con una bomba que, se cree, nunca existió.
Desde ahí la auxiliar de vuelo Betty Ong hace una llamada al centro de reservas de American Airlines alertando sobre el posible secuestro del AA11.Es el turno del vuelo 77 de American Airlines (AA77) , que despega del Aeropuerto Internacional de Washington-Dulles, en Washington D.C., con seis tripulantes y 58 pasajeros, incluyendo a cinco atacantes. El destino también es Los Ángeles.
media hora de haber sido secuestrado, el AA11 atraviesa el cielo despejado de Nueva York.
Y no solo está despejado de nubes, sino también de aviones: los controladores aéreos creen que el vuelo se dirige al Aeropuerto Internacional John F. Kennedy y están pidiendo al resto de los pilotos que se muevan del camino.
Pese a los riesgos, la auxiliar de vuelo Madeline Sweeney lleva unos 15 minutos informando cada hecho a American Airlines desde un teléfono en la cola del avión. Entonces el AA11 empieza a descender, pero no es donde se espera.
«Algo está mal. Estamos en un rápido descenso… vamos erráticamente”, dice.
Entonces su interlocutor le pregunta si puede mirar por la ventana y descifrar dónde están. Sweeney lo hace y describe lo que serán sus instantes finales.
“Estamos volando bajo. Estamos volando muy, muy bajo. Estamos volando demasiado bajo. ¡Dios mío, estamos demasiado abajo!”
Madeline Sweeney, auxiliar de vuelo del AA11
impacto contra la Torre Norte suena como un rugido, dice Labetti.
“Por un momento, solo por ese momento, estaba casi [suspirando] de alivio, hasta que me di cuenta de todas esas personas que acababan de morir”, narra.
Al estrellarse, el avión atraviesa los pisos 93 al 99, matando a cientos. Se cree que también deja inaccesibles todas las escaleras desde el piso 92 hacia arriba, es decir que otros cientos de personas quedan vivas pero atrapadas.
Para cuando la información de un posible nuevo secuestro llega al comando central de la FAA ya es tarde para actuar.
09:03
El UA175 se estrella contra la Torre Sur del WTC, atravesando desde el piso 77 al 85.
Han pasado tan solo 17 minutos desde el primer impacto en la Torre Norte y lo que ya era la mayor operación de rescate en la historia de Nueva York pasa a ser dos veces más grande.
un nuevo golpe de horror, la Torre Sur colapsa sobre sí misma en apenas 11 segundos.
El derrumbe mata a todos aquellos en el edificio y a otros que están en la calle y en el hotel Marriott, ubicado dentro del complejo WTC.
Labetti es de las personas que consiguen escapar de la torre y de la nube gigante de polvo y escombros que se desata tras el colapso.
A la mañana siguiente se entera de que Fazio, su jefe y “héroe”, aquel que iba apenas detrás suyo y que animó a todos en la oficina a abandonar la torre, jamás llegó a la casa.Con 2.977 personas muertas (sin contar a los 19 atacantes), fue la mayor pérdida de vidas en suelo estadounidense provocada por un ataque del extranjero.
La llamada se corta.